si te quiero.
Y yo quererte más
no puedo.
Luché mil batallas
por ti.
Morí mil tardes
y mil noches
en las esquinas solitarias
en las que tú
me citaste.
Mi corazón me reprochó
el seguir queriéndote
y yo cansado, ya,
aparté de mi mente
tu nombre.
No fue fácil olvidarte.
Y ahora vuelves y me preguntas:
-¿Me quieres?
¿Qué pretendes, diosa destronado?
¿Qué me hunda de nuevo
en las calles sin nombre?
¿Qué me arrastre
a ti, ahora que
la juventud te huye?
¿Qué cubra, otra vez,
mi corazón con tu mirada interesada?
Es tarde, diosa destronado.
Mi corazón ya no te quiere.
Poco a poco lo heriste
y la sangre que derramó por ti,
se deshizo
en caricias de otras fuentes.
No me preguntes más
si te quiero,
porque al final conseguirás
que me rinda ante tus ojos negros.
Aléjate de mí, diosa amado
que no quiero
volver a herir a mi corazón curado.
)para mí fuiste un dios... pero ahora mi Dios soy yo...(
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