¿De qué sirve romper lo que ya está roto?
Esa manera tuya de romper las cosas.
De hacer herida tras herida.
Es ese sabor que dejas a rotura
de cristales amenazando la garganta.
¿De qué sirve que te vayas cuando ya te has ido?
Te fuiste hace tiempo
dejando ceniciento el cielo.
Ese cuerpo que fue desmesuradamente mío
ahora es piedra como hielo frío.
Y de aullar quiero, como lobo entumecido,
ladrar mis lamentos a la luna.
Preguntar mil veces
¿Por qué quisiste irte?
Por qué quisiste dejarme aquí, yermo,
hundido de escarcha
como esa piel transparente de cebolla.
Y no sabrás, ni siquiera lo sospechas
que te sueño por las noches.
Que tengo mezcladas, como bálsamo tóxico
las cenizas y los trozos, aquellos pedazos
retazos inacabados de lo que fue
aquella historia llamada nuestra.
El fuego lento, autenticas brasas escarlatas,
que consumieron el tacto de tus manos
que fue el verdadero alimento
que desnutrió nuestras almas.
Quemado todo quedó
como queda el charco de negrura,
como queda la noche sin estrellas.
)corazones de carbón que con una chispa prenden... y se consumen quedando en cenizas...(
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