en las calles corazón,
que la noche ha llegado
y no distingo en tu rostro
el regazo donde ansiaba descansar.
Sobre los tejados
la luna resbala y baña todo
de un blanco pálido,
y la ciudad se queda callada en esta noche
mientras yo intento no buscarte.
No buscarte entre las calles
que se llenan de dolor
cuando piso su suelo y tú no me acompañas.
Y aquel sitio donde te besé
cuando apenas nos conocimos
se llena ahora de gatos azules
que nunca se olvidan que fuiste mío.
Ahora ya no te busco
porque no estas como antes,
y comprendo que en la vida todo pasa
y yo tuve que confesar,
en el silencio de mi casa,
que he dejado de buscarte.
En ocasiones dejar de lado una búsqueda es sólo una etapa más de ésta, pues parece que en el universo hay una fuerza extraña que determina que cuando dejas de luchar por algo, todo se arregla y la solución aparece clara antes tus ojos.
ResponderEliminarUn saludo, amigo!!
las cosas se ven diferentes cuando llega la calma.
ResponderEliminargracias Pablo por pasarte x aki
saludossssssssssssssss