Y me siento como flamante.
Como si me hubiesen parido de nuevo.
Asomando otra vez desde la panza de mi madre,
todo yo inocente, sin haber roto un plato.
Me encuentro limpio
como un vaso recién sacado del lavavajillas.
Es que resulta que tú eres mi detergente.
Desde que llegaste no soy el yo de antes.
Ahora soy el yo de ahora.
Un ser nuevo y radiante.
Ahora sonrío.
Te miro y sonrío.
Me quedo horas observándote
con ese brillo en los ojos como el de antes.
Desde que llegaste me gusta cocinar de nuevo.
Vuelvo a regar las macetas que apunto estuvieron de morirse.
Pongo la música a todo volumen.
Limpio la casa, compro flores, abro las ventanas…
Todo es nuevo desde que llegaste.
Yo tenía razón; me hacías falta.
que lindo blog, mi nino. en horabuena, bello tu poema. dichoso el dueno de tu corazon..
ResponderEliminarbesitos
Manuel ¡que belleza de poema¡.Es un gran placer leerte.Gracias por llegar hasta cosas de julia y dejar tu comentario,al abrir mi humilde casa veros alli,me llevo una gran alegria.Perdon por no poder contestarte siempre la chiquitina ya anda y yo corro todo el dia detras de ella.Besos de luz para ti y para quien ha puesto ese bello cartel en tu corazon.
ResponderEliminarPrecioso poema. Repleto de positivismo. Como siempre, haces que lea y relea varias veces lo que escribes, pues me gusta tanto.
ResponderEliminarUn saludo!
Transmite alegría el poema, que envidia P:
ResponderEliminarMe gusta el pequeño cambio que le has dado al blog.
Suerte~
Gracias amigos por vuestros comentarios,son el alimento de este blog,ya lo sabeís.Os espero siempre por aquí.
ResponderEliminarUn saludo sincero a tod@s!!!