Necesito calor; fuego.
Hogueras encendidas…fuego.
Lumbre incandescente quiero.
Una pira interminable de leños.
Nada, nada es eso.
Volcán de lava ardiente.
Escaso todo.
Exiguo todo ese fuego.
Pido calor para este cuerpo,
para este corazón gélido.
Fuego, fuego…no me calienta.
Sólo tu corazón escarlata me conforta.
Manuel,buen tema ese fuego que te calienta el alma,amigo.
ResponderEliminarTe sugiero que busques en google "sincronicidades"te informará de la interconexión que hay entre los seres del universo y las sincronias y "causalidades"que viven en un mismo instante,sin distancia,ni tiempo.De eso hablo en el poema.Cuando comprobamos que estamos conectados y el sentimiento fluye con facilidad,entonces nos senimos fuera del tiempo,instalados por un instante en una eternidad.
Te dejo mi abrazo y mi ánimo siempre,Manuel.
M.Jesús
Hola MaríaJesús.
ResponderEliminargracias por tu comentario y en cuanto pueda miraré lo que me dices porque parece interesante.
saludos amiga!!!
No te imaginas cuánto me identifico contigo. Llevo ya mucho tiempo anhelando el mismo fuego, porque como a muchos, no me calienta cualquier fuego. Soy bastante inconformista, siempre buscando algo especial.
ResponderEliminarPero no desistas! Tengo la esperanza de que gente como tú y como yo, que soñamos con ese calor especial, algún día tengamos lo que tanto queremos.
Un saludo!
Hola PABLO.
ResponderEliminarMuchas veces cuando no tenemos fuego nos calentamos en la primera fogata que encontramos en el camino pero luego nos damos cuenta que ese fuego es pasajero,no nos llena.
Hay que esperar al fuego verdadero.
un saludo xikillo!