y en la puerta se quedaron
tus huellas redondas
que no llegaron a entrar porque te fuiste.
La mesa quedó puesta
y la comida se secó en los platos,
donde miles de moscas se disputan los alimentos
que nunca llegamos a comernos
porque no acudiste a la cita.
Mis ojos te miran lejos,
giran y caen sobre tu pecho
que no está porque te has ido.
)espero que llegues a la tierra prometida...(
©poesía incluida en mi libro "TENDRÍAS QUE ESTAR AQUÍ"
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