No cierres la ventana;
que entre el fresco,
que la noche esta estrellada y la luna es clara.
Las velas están encendidas.
La noche callada.
El pueblo vacío.
Las gentes ausentes.
Respira el silencio en esta noche estrellada.
Tumbados estamos juntos,
tapados con el manto negro del cielo,
en el raso inmenso…
No respondas aún.
Mírame a los ojos.
Espera que se crucen nuestras miradas.
Creo saber la respuesta y tú sabes la mía.
Dormiremos tranquilos esta noche,
el uno junto al otro.
Sabiendo que nos queremos.
Creyendo en el destino.
(Pasaron los dos un rato mirándose, en silencio)
-Dímelo ya.
-Te quiero.
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