en las calles, corazón,
que la noche ha llegado
y no distingo ya en tu rostro
el regazo donde ansiaba descansar.
Sobre los tejados
la luna resbala y baña todo
de un blanco pálido,
y la ciudad se queda callada en esta noche
mientras yo he dejado de buscarte.
No buscarte entre las calles
que se llenan de dolor
cuando me pierdo y tú no me acompañas.
Y aquel sitio donde te besé
cuando apenas nos conocimos
se llena ahora de gatos azules
que nunca se olvidan que fuiste mío.
Ahora ya no te busco
porque ya no eres el de antes,
y comprendo que en la vida todo pasa
y yo tuve que confesar,
en el silencio de mi casa,
que he dejado de buscarte.
)algo ha cambiado... Sí, que dejé de buscarte(
©poesía incluida en mi libro "FRÁGIL INMORTALIDAD"
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