OTOÑO LEONADO

Mi corazón latió de esa forma irremediable

que solo consiguen  los corazones

que han vivido episodios; lances;

circunstancias singulares, del todo fascinantes.

Y quiere el destino que te evoque

en las briznas de este otoño leonado.

Que eche de menos tu carne trémula y débil,

tus ojos vidriosos y tu piel atezada.

Precisamente ahora.

Precisamente esta tarde lánguida

donde mi pecho no encuentra refugio.

Donde mis pies son guijarros fríos.

Precisamente ahora que mi corazón

dejó de latir de aquella manera

que solo laten los corazones  bien considerados.

Preciosa época aquella cuando robábamos horas al tiempo.

Cuando mis sábanas advertían  a tu cuerpo

y el fuego quemaba nuestros ojos.

Preciosa época aquella cuando ambos 

nos adentrábamos voluntariamente

en laberintos insalvables de utópicas aventuras. 

Ahora la predestinación nos dispersa

como el viento disemina y esparce incorrectas,

desordenadas y perdidas,

a las hojas y a las almas amarillas de este otoño leonado.

)...fue el viento;el aire caluroso, el que alejó de repente nuestra inconclusa historia utópica. No llegó a germinar del todo esa empresa común dedicada a disolver dificultades, a vivir la vida sin miedo...todo pasó de repente, a pasos sutiles y delicados pero convencidos de pasión...Dulce B (