miércoles, 29 de mayo de 2024

REPROCHES A UN CADAVER

No reproches, ahora, la pereza de mis manos
que no tienen ánimo por tocar tu piel helada.
No reproches el aterido de mis labios.
El glaciar de mis ojos.
La ceniza que se esparce por el suelo.

Huele la habitación como olería
la destrucción de Alejandría.
Huele nuestra casa como olería
aquel Huerto de Getsemaní en Jueves Santo
-(un Judas entrando por la puerta
y con un beso me traicionas)-
Huele a azahares que nunca nacieron.
Perfume de amapolas que perdieron
por tormentosos vientos,
el rojo de sus corolas.

No reproches ¡por Dios!
después de tanto tiempo que estuviste mudo,
matando mis tardes con tu silencio,
matando todo aquello que olía a amor.
Negando la luz a mis ojos.
Plantando aquellas flores de muertos.
Ya perdiste tu legítimo derecho a la protesta.
Ya nada puedes reprochar al cadáver
-ese-que habita contigo.
)duele ser un cadaver y no poder abrir esta boca sin vida para decirte lo que siento por ti...(




 

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