Lamenté hallar besos invisibles.
Pasé rozando abismos temibles;
despeñaderos negros. El hachazo
cruel de eternas soledades. Mazo
que golpea cuando pasan los terribles
delirios de abandono. Son horribles
momentos- te lo aseguro-el flechazo
que clava fuerte en el alma profunda
de la derrota. Conozco el sabor
que propina una noche despiadada.
Recuperarte cuesta cuando enfunda
la tristeza su estandarte. Un pavor
te estremece al ver tu alma repudiada.
)cuantas veces se ha derrumbado mi piel como se derrumban los grafitis en las paredes de los edificios que nunca llegaron a ser hogares...(
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