digo
aquellas cosas que existieron
¿te acuerdas?
Antes rodeabas las ventanas de luces
sí
luces que me gustaban tanto
verdes, moradas, amarillas, blancas…
sí
de colores
como la vida que tuvimos, de colores.
Yo no termino de acostumbrarme
a esta sopa fría
a sentarme solo a cenar
y sentir eso:
la sopa fría.
No termino de acostumbrarme
a encender el fuego
y que no se pase el frío
sí, ese frío
ese frío de esta habitación
con el fuego encendido.
Antes llenabas las estancias
con tu presencia que es veneno
y antídoto a la vez
las estancias
sí
¡ay! las estancias…
ya no son eso
estancias
ahora son el cementerio donde habito.