a alguien que se sentase a tu lado
y con calma apagase el fuego desolador
que arrasa tu cuerpo, tu alma, tu estampa...
Hay días que sientes un huracán por dentro que no respeta silencios,
que acude a destiempo, que tala tus venas
esparciendo tempestades por cada órgano
de ese cuerpo que transcurre entre desvelos.
Hoy sería buen día para llorar en un abrazo,
para confesar tantos destrozos que llegaron
escondidos, sigilosos pero siempre rompiendo
la llanura de verde pasto fresco.
Hoy quisiera tenerte cerca aunque estas tan lejos;
tan lejos como para olvidarme que necesito
tus letras, tu aliento, tu nombre y tus besos.
Hoy necesito, si pudiera, no necesitarte.
)si el frío existe, es solo para ser colocado en tardes como esta....(
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