cuando, inevitables,
tus labios,
ya no sean míos?
¿Podré vivir en paz cuando,
desahuciado, apenas vivo,
sepa que eres de otro?
Que vives en otra casa,
que sonríes a otros ojos,
que cenas, contento e ilusionado,
en otra mesa.
¿Podré morir acaso,
una noche cualquiera,
en paz,
tranquilo,
solo con el recuerdo de tus besos?
Y volveré cada noche a esa puerta,
¿te acuerdas?
A esa calle, a ese portal,
donde muerto de miedo
te encontré una madrugada.
Y podré morir ahí.
Allí me encontrarán sin pulso apenas,
tirado en el suelo, muerto de pena.
Esperando.
Esperando siempre a que vuelvas.
) V - ANNUS MMXVIII (
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