cogerme de la mano, cuando yo soñaba
el tacto que supondría tus manos
siempre pegadas a las mías.
No has querido subir al cielo conmigo,
y pintar, de madrugada, estrellas blancas;
…con lo bonito que se ve todo desde allí arriba.
Y yo imaginando la vida con tus ojos como guía.
Y tú hablando mil idiomas para no decirme nada.
Tantas cosas nos hemos dicho sin decirnos nada.
Ahora intento, acaso sin llorar, no poner tu rostro
a cada luna, en cada espejo, a cada cosa
que se cruza en mi camino.
Ahora intento limpiar las sábanas
para que tu olor no destroce mis entrañas.
Adaptarme a un nuevo futuro; ese que se viste
de gris cada mañana.
Tantas cosas han cambiado desde la tarde aquella
que me soltaste de la mano…
)se ansia soltarse la mano cuando aprieta...(
©poesía incluida en mi libro "TENDRÍAS QUE ESTAR AQUÍ"
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