domingo, 22 de marzo de 2015

PRETENDIENDO LA LOCURA

Me aconsejan terapias
para que recupere la cordura,
pero yo busco el método
de evitar estar cuerdo.

La locura es esa forma
de esperanza encubierta.
Es una especie de antídoto
cuando la realidad resulta incomoda.
Una huida o un desahogo
para ese perturbador estado
donde el desaliento
-puntiagudo y aguzado-
amenaza con arrasar lentamente
la vida que tenemos.

Cuando recupero el juicio
te odio.
Odio el daño que me hiciste.
Odio el deterioro que infringiste
-no a mi cuerpo-
sino a esta alma mía. 
Odio el recuerdo de tus caricias.
Odio ese invisible aroma tuyo
permanente.
Odio entrar en esa casa que fue
de ambos.
Odio esa facilidad de recordarte.
Odio odiarte.

Ahora ya sabes
porque pretendo la locura.
Solo aspiro a estar loco
para curarme esta rabia
que se alimenta del cuerdo odio.
)...no puedo buscar refugio en lugares donde fuimos ambos, porque me preguntarán por ti y yo no sabré contener el sentimiento de mis pupilas...( 

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