Me detengo para observarme.
Desde fuera me miro
me veo flaco
lejano, distante de mi mismo
intentando escapar de mi.
Desde esta orilla me miro
me observo
con el rostro escapando
escalando esa indiferencia tuya
que se impone tan desmesurada.
Desde fuera me veo,
me miro desde mis ojos tristes
y me alejo de mi
y me olvido de decirme adiós
me voy sin despedirme de mi
dejándome solo
allí quedo yo
mientras me marcho
allí quedo yo anhelando una despedida
unas palabras de alivio
) recuerdo que cuando no tenía nada que esperar siempre seguía esperando...y ahí sigo...(
Manuel Vicente,tras larga ausencia sin comentar, paso saludarte y agradecer tu visita por mi blog.
ResponderEliminarAbrazo
M.Ángel
Mi amigo,tú nunca estarás solo,eres un ser maravilloso lleno de luz y armonia.Nunca dejes de ver toda la belleza que entraña el ser humano.Besos inmensos de luz amigo mio.
ResponderEliminaralgunas veces, yo también me dejo sola, y me extraño...
ResponderEliminarbesos*