Nuestra casa dejará de ser un hogar compartido, muerta.
Nuestros besos serán un recuerdo de otro tiempo
que las gentes comenten como anécdota.
Nuestra cama morirá inerte, vacía, fría de angustia.
Y mis huesos se negarán a posarse en unas sabanas
donde ya no encuentren tus contornos abrazándome.
El silencio atacará cada habitación de aquella que fue
nuestra morada,
hojas secas llenarán las estancias.
Nuestra casa morirá de pena, y yo cansado
de ver mis pies arrastrados por un suelo de lagrimas,
yo moriré de pena lo mismo que nuestra casa.
)esta es una poesía que me gusta mucho y esta incluida en mi libro "Hablando de mi alma"(
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu huella;comenta